Pestañas

jueves, 23 de agosto de 2012

Lanzini - Villalva: Esos bajitos que vuelan alto


Cada uno hizo un gol en el 3-2 ante Tigre. Dicen que se sienten cómodos jugando juntos: hablan el mismo idioma.

Manu y Keko. Lanzini y Villalva posan para Clarín, en el predio de Ezeiza. Fútbol de los pies a la cabeza./ nestor garcia

Por más pequeños que parezcan, el tamaño de sus cuerpos nunca los hizo pasar inadvertidos. Si en el colegio seguro que estaban delante de todos, ¿o acaso no son los grandotes los que van al fondo de la hilera a la hora de izar la bandera? Les sucede lo mismo ahora, con apenas dos décadas en sus cédulas.
A contramano de este fútbol seducido por el metro noventa, estos bajitos vuelan alto con su juego.
Y no sólo son ultralivianos. Esa velocidad que ostentan tiene el condimento de la técnica. Matías Almeyda apostó por ellos en Victoria. Por Manuel Lanzini, 19 años, enganche de profesión, más allá de esa inclinación que tiene el técnico de ubicarlo por la raya izquierda, y 1,67 metros de estatura. Por Daniel Villalva, flamantes 20, delantero escurridizo, hábil correntino de 152 centímetros.
Chiquitos, rápidos, explosivos y goleadoresante Tigre en este River que, en su reencuentro con la Primera División, va con todo por más gloria.
Los dos sonríen en la producción de Clarín , bajo el cielo de Benavídez. “Mucho más bajito sos vos”, le dice Manu al Keko , que sólo inclina los hombros. No puede desmentir a su amigo. La chicana le da paso a los elogios. “ Keko es una muy buena alternativa. Tiene unos movimientos bárbaros que, para un enganche, son fundamentales”, dice Lanzini. Y devuelve Villalva: “Desde que volvió de Brasil, a Manu lo veo más picante que nunca . Siempre me gustó su fútbol. Cuando jugábamos en Inferiores, me quedaba después de los entrenamientos para verlo jugar. Entonces, ya mostraba cosas diferentes”.
-Parece que se sienten cómodos jugando juntos, hubo buena sintonía en Victoria. ¿Cuánto tiene que ver el conocimiento en Reserva?
Lanzini: -Mucho. Aunque el Keko es un año más grande que yo, hemos jugado varios partidos juntos. Y es lindo poder jugar con futbolistas de esta naturaleza.
Villalva: -Con Manu jugamos 7 u 8 partidos. Siempre nos entendimos. El domingo traté de tirar algunas paredes con él. Una me la cortó Orban.
-¿Es una ventaja ser bajito en estos tiempos? ¿O es más difícil jugar porque muchos equipos apuestan al juego aéreo?
Villalva: -Y... si te tiran pelotazos, estás frito. El domingo, (Norberto) Paparatto estaba ríspido, me pegaba un poco. Así y todo, pudimos desequilibrar. A mí me gusta jugar por abajo y tirar paredes. De esa manera, se rompe la defensa donde más le duele a los centrales.
Lanzini: -Por características, los bajitos son más rápidos. Aunque hay otros talentosos con altura: Riquelme, Viatri, Román Martínez, Verón... Lo importante, en cualquier caso, es jugar bien.
-Manu, tu puesto es enganche, pero Almeyda te ubica en los primeros tiempos, fundamentalmente, por izquierda. ¿No te sentís desperdiciado contra la banda?
-Yo no lo siento así. Pienso que, a medida que van pasando los partidos, estoy más cómodo. Además, Matías me da libertad de movimientos para enganchar hacia el medio. Y creo que estoy rindiendo en un buen nivel.
-Keko, ¿vos lo preferís como enganche a Manu?
-Yo me sentí bien en los dos tiempos, cuando Manu jugó contra la raya o en el momento en que lo hizo de enganche. Lo está haciendo muy bien por izquierda y en el segundo gol, llegó de conductor.
Pese a esa juventud que exponen sin ataduras, para Lanzini y Villalva ésta es la era de la madurez . No sólo en el aspecto futbolístico. Ambos son padres y están aprendiendo a cambiar pañales. Benjamín, recién nacido, vino con la 10 bajo el brazo. Leonel, el sol del Keko , le dio la tranquilidad que necesitaba para afirmarse. También, David Trezeguet, el francés campeón del mundo, que comparte la habitación con el correntino. “ Es como un hermano. El me aconsejó que no me fuera de River” , dice en referencia a la semana pasada, cuando estuvo a punto de emigrar a Nacional.
-Keko, fuiste titular, pero hay que devolverle el puesto a David.
-Me sorprendió que me pusiera Matías. Y si ahora me toca salir, todo bien. Estoy para sumar.
Claro que suman. Con ese fútbol que no tiene medida .

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